Ya hemos terminado nuestra ruta por Eslovenia, un recorrido corto en kilómetros pero intenso en paisajes y sensaciones. Nuestro viaje comenzaba en Liubliana, la capital eslovena, una ciudad pequeña y acogedora con un increíble ambiente en las noches de verano.
Os vamos a ir contando como ha ido nuestro viaje en bici para animaros a visitar Eslovenia, un país lleno de montañas y bosques y que nos ofrece distintas opciones de recorridos que se pueden ajustar para que todos, independientemente de nuestra forma física, los podamos disfrutar.
La primera etapa fue una vuelta circular a Liubliana para subir a las colinas al este de la ciudad, una zona con bosquetes de hayas, prados y campos de cultivo.
Posteriormente volvimos a la ciudad y recorrimos su principales puntos de interés en bicicleta. La ciudad cuenta con bastantes carriles bicis y lo que es aún más importante con muchos usuarios de la bici como medio de transporte lo que contribuye a que sea muy agradable pedalear por ella.
El recorrido por el río y la subida al Castillo fueron sin dudas los puntos más atractivos, así como el puente de los dragones, símbolo de la ciudad.
No queda mucho del origen romano de la ciudad que en esa época se denominaba Emona aunque hay un pequeño espacio donde cuenta la historia y como era la ciudad con un diaporama.
La ciudad es muy agradable para pasear y/o montar en bicicleta.